domingo, 22 de abril de 2012

Noche de abrazos en la feria


Noche fría la de Buenos Aires. El Otoño empieza a mostrar las garras de su hermano Invierno, preanunciando su pronta llegada. La feria colmada de gente. La fila para ver al maestro, interminable. Miles de sentipensantes aguardaron su llegada. Muchos pudieron entrar a la cálida sala, otros permanecieron afuera, con frío pero con el estimulo de saber que pronto estarían escuchando Palabras Andantes brotando de la boca del escritor.
Luego de las formalidades, los días se echaron a caminar. La lectura del calendario, intencionalmente desordenada, empezó por Enero 11. Los problemas técnicos interrumpieron el relato sobre Don Dávalos, pero al menos supimos, por boca del propio maestro, que el micrófono mejoraba la calidad de los textos que leía.
Aplausos mediante, Enero 15 nos llevó a pensar, de la mano del zapato de Rosa Luxemburgo, en aquellos que día a día levantan las banderas de la libertad y la justicia. Junio 5 nos contó que la naturaleza no es muda, pero que si fuera Banco, ya la hubiese sido salvada. Abril 12 nos hizo dar cuenta de que los indígenas americanos fueron castigados por los colonizadores por causa de los mismos crímenes por los que había condenado, unos siglos atrás, Jesús de Nazaret. Octubre 8 hizo que los aplausos llovieran recordando la caída de Guevara, Sandino, y Zapata, tres que se negaron a repetir la historia. En Octubre 12, los nativos americanos descubrieron que eran todo lo que los europeos decían que habían descubierto. En Septiembre 11, día de la lucha contra el terrorismo, comenta que a quienes debería buscarse en realidad son a los traficantes del miedo. En Julio 23 nacieron los hermanos gemelos que gobiernan, desde hace más de medio siglo, todos los gobiernos: el FMI y el Banco Mundial. En Septiembre 15, los banqueros “victimas” de la crisis del 2008 fueron compensandos con más dinero del que bastaría para darle de comer a todos los pobres del mundo, con postre incluido. En Mayo 23 de 1937 se realizó la autopsia del por entonces dueño del mundo, John D. Rockefeller, en la cual “no se encontró ningún escrúpulo”, según nos relataba, irónicamente, nuestro uruguayo vecino. En Octubre 14, nos cuenta la derrota de la civilización en Bolivia, cuando en el 2002 “las empanadas derrotaron al progreso” que llevaba McDonals a esas tierras. Aprovechó su relato sobre las sanguijuelas modernas, las que venden buena salud mientras nos acompañan al cementerio, para mencionar el conflicto minero en la Argentina, despertando la segunda gran ovación de la noche.


Nos habló, a través de indignantes e increíbles relatos, acerca de los problemas de la desinformación, del rol de la iglesia en los distintos procesos históricos, de los niños robados, de los males de las dictaduras militares, y de la reivindicación del papel de las mujeres latinoamericanas. También nos habló de los desparecidos: nos invita a recordar en Agosto 30 no solo a las desapariciones humanas, sino también a “los bosques nativos, las estrellas en las noches de las ciudades, las cartas escritas a mano, los viejos cafés donde había tiempo para perder el tiempo, el sentido comunitario y el sentido común”. Con exquisito sentido del humor se pregunta en Marzo 9 sobre el misterio que encierran los nombres “ministerio de Defensa” y “Presupuesto de Defensa” de un país que fue invadido una sola vez, durante un día, en toda su historia. Para el escritor resulta “un enigma mas indescifrable que el misterio de la santísima trinidad”. Con el mismo humor se refiere a Noviembre 10, día de la ciencia, al indicar que se invierte cinco veces menos dinero en la cura del mal de Alzheimer que en estímulos para la sexualidad masculina y siliconas para la belleza femenina, concluyendo en que en pocos años tendremos viejas de tetas enormes y viejos de penes duros pero ninguno recordará para qué sirve”. En Octubre 17, con sutil ironía reflexiona sobre el porqué de la existencia de los pobres, al preguntarse “¿Será porque su desnudez nos viste, y su hambre nos da de comer?”.
La tercera gran ovación de la noche vino de la mano del relato sobre Las Sacrílegas de Junio 9, aquellas lesbianas de principio de siglo que se amaban a escondidas, y que escaparon de la persecución de una cultura que no estaba lista para aceptarlas. Luego de mencionar el logro que implicó la sanción del matrimonio igualitario en la Argentina, concluyó el relato con unos versos del cantante Milton Nacimiento que expresan que “toda manera de amar vale cantar, toda manera de amar vale amar, toda manera de amar vale la pena”.
La ininterrumpida hora y media de lectura terminó con dos relatos sobre Diciembre 31, uno que nos invita a enviar nuestro fuego hasta el final, y otro que nos invita a seguir brindando por el nacimiento de los días y los libres. Entonces los aplausos y las ovaciones se escucharon por última vez, y el maestro saludó a su público para luego partir, de inmediato, a solucionar unos problemas de carácter personal, según él mismo contó.
¿Cuántos de los que asistieron a la conferencia habrán leído sus vagamundeces? ¿Cuántos dirán ´No´ y cuántos serán como ellos? Poco importó ya que después de disfrutar de estos abrazadores relatos, todos y cada uno de ellos salieron cantando La Canción de Nosotros, y las utopías de los desesperanzados volvieron a caminar. Los Hijos de los Días dieron, oficialmente, sus primeros pasos y su padre, Don Eduardo Galeano, nos recordó que debemos ser tan porfiados como para seguir creyendo en la razón humana porque, como él dice, fuimos mal hechos pero no estamos terminados.

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